El
12 de octubre vuelve cada año, es natural, pero se trata de un día
maldito, en el se conmemora la gloriosa conquista de las Américas,
horrible hecho acaecido hace 515 años y que hubiera sido conveniente que
no sucediera, pero sucedió. Los valientes conquistadores desembarcaron
en lo que creían que eran las Indias, el primero que llego allí fue
Colón, siguiendo los mapas seguramente provenientes de los Templarios,
orden que debió tener comercio con América antes de ser destruida por el
rey y el papa de la época, eso es otra historia.
¿Qué
buscaba el heroico navegante?, se puede decir en una palabra, dinero,
creía que por allí se llegaba a la India y abría así rutas navales para
el fructuoso comercio, murió sin saber que había llegado a un continente
que iba a ser destruido por los facinerosos que le seguirían.
El
país llamado España acababa de construirse, para inaugurar la unión de
Castilla y Aragónse procedió a expulsar a los judíos, no debía quedar ni
uno, o se convertían o pasaban a la hoguera de la inquisición,
oportunamente introducida en España por los reyes católicos, héroes del
siniestro dictador Franco, también se utilizó contra los moriscos
conversos, después de la toma de Granada sus tierras habían sido dadas a
los nobles que ayudaron a la gloriosa reconquista, tierras que aún
siguen en sus manos, después de despojarles de sus bienes se les hizo
abandonar su religión y si tenían la sinvergonzoneria de rezar a su Dios
para aliviar sus penas, la hoguera, siempre hambrienta, les esperaba.
Pronto
la Inquisición tendría otras victimas, guiada por el siniestro
Torquemada, recorría los pueblos y ciudades del nuevo estado totalitario
buscando ofrecer a su dios los sacrificios humanos que tanto parecía
desear. Sus hazañas continuarían en el Nuevo mundo
Las
airosas carabelas salieron de España siguiendo la ruta que marcó Colón,
entre sus velas llevaban la muerte para millones de seres humanos que
nunca comprenderían laatroz crueldad de las gentes que se les venían
encima, quizás no lo han comprendidotodavía.
Aquellos
siniestros barcos se detuvieron en primer lugar en las Bahamas,
detengámonos nosotros también, allí comenzó el genocidio. Fue un
genocidio que no habían planeado, espontáneo, no querían matar a los
habitantes de aquellas tierras, lo único que deseaban era hacerles
trabajar hasta que reventaran, si morían de agotamiento era culpa de
ellos, eran flojos y perezosos, para no tener problemas empezaron
matando a todos los dirigentes de los poblados , como también a sus
representantes religiosos, no los necesitaban, primero había que saber
si aquellos que parecían gentes eran humanos o animales, de decidirlo se
encargaría la Santa Madre Iglesia.
Vayamos
a la Española acompañando a Fray Bartolomé de las Casas, este clérigo
contó, horrorizado lo que allí pasaba, estas son sus palabras:
“Entraban
los españoles en los poblados y no dejaban niños, ni viejos, ni mujeres
preñadas que no desbarrigaran e hicieran pedazos, hacían apuestas sobre
quien de una cuchillada abría a un indio por en medio o le contaba la
cabeza de un tajo. Arrancaban a las criaturitas del pecho de sus madres y
las lanzaban contra las piedras. A los hombres les cortaban las manos, a
otros les amarraban con paja seca y los quemaban vivos, y les clavaban
una estaca en la boca para que no se oyeran los gritos. Para mantener
los perros amaestrados en matar, traían muchos indios en cadenas y los
mordían y los destrozaban y tenían carnicería pública de carne humana.
Yo soy testigo de todo esto y de otras maneras de crueldad.
El
tratamiento que sufrieron los habitantes de las islas dio su resultado,
en 1496 había entre uno o dos millones de indios, unos años después
solo quedaban11.000 indígenas pero no por muchos años, en 1520 la
población autóctona había desaparecido. Toda una parte de la humanidad
exterminada para satisfacer la codicia de unos cuantos, los heroicos
conquistadores, gloria a ellos.
Sigamos
a Bartolomé de Las Casas, aterrado de lo que allí pasaba volvió a
Europa para dar cuenta al emperador Carlos V ínclito rey de las Españas.
Le siguió por toda Europa, nuestro rey estaba muy ocupado en las
guerras de religión contra los protestantes, que deseaban liberarse del
yugo papista, en ellas gastaba todo el oro que los conquistadores
robaban a todo un continente. Cuando logró que se le recibiera el
emperador le escuchó en silencio, habló Bartolomé de las barbaridades
que había presenciado, de la exterminación anunciada y de la manera que
tenían los españoles de agotar a los habitantes de aquellas regiones al
hacerles trabajar sin descanso, también le contaría como daban a comer a
sus perros a los recién nacidos, así los padres no tenían que parar de
trabajar para ocuparse de ellos. El rey no contestó, hablaba poco,
quizás la enfermedad mental que le hizo mas tarde morir loco en Yuste
empezaba ya a manifestarse.
Pronto
se supo lo que el Emperador decidió, puesto que faltaban brazos para el
trabajo ordenó que se llevaran allí los negros esclavizados en África,
los portugueses ya habían mostrado el caminoiniciando la trata de
negros, así empezó también otra tragedia para otro continente, el
descubrimiento de América fue trágico para África y para toda la
humanidad, que a pesar de las continuas guerras nunca había conocido
crueldad semejante. Europa se desarrolló gracias al sufrimiento y la
muerte de millones de indios y africanos.
Bartolomé
no volvió a las Américas, andando los años consiguió, en lo que se
llamó la Controversia de Valladolid, que la Iglesia aceptara la idea de
que los nativos de América eran seres humanos y no animales, hermosa
victoria, pero sobre todo para la Iglesia, puesto que tenían alma ya
podía dedicarse a salvarla, y puso manos a la obra sin más tardar, la
ocupación de todo un continente no hubiera sido posible sin la
intervención de los curas que quemaban a los que no querían convertirse,
que arrancaban a los hijos a sus padres para educarlos según sus
creencias y ponerlos así al servicio de los invasores de su país, debían
olvidar su cultura, su lengua, su familia y sus dioses.
Las
hogueras se encendieron en todo el continente, antes, como cuenta
Bartolomé, se quemaba a los indígenas para diversión de los
Conquistadores, ahora se hacía para salvar sus almas y contentar a aquel
Dios al que tan grato era el olor de carne quemada.
Lo
que había sucedido en las islas se repitió en todo el continente, los
legítimos pobladores de aquellas tierras fueron desapareciendo,
asesinados y agotados, alcanzados por enfermedades que no conocían y que
nadie se preocupó de darles remedios, millones y millones de seres
humanos se esfumaron para siempre.
Los
conquistadores se afincaron en el continente, y tomaron esposa entre
las nativas, no cualquier nativa sino las que eran princesas incas o
aztecas y así herederas de las tierras de sus parientes asesinados, eso
facilitaba la conquista, la explotación y los crímenes siguieron siendo
practicados como antes por los descendientes de estas uniones, hasta
nuestros días.
Veamos,
para conocer algún detalle, como desapareció la mayoría de la población
Maya en el Yucatán y en Guatemala. Las poblaciones Mayas intentaron
adaptarse a la Conquista, suponían que los invasores se marcharían por
donde habían venido y les dejarían tranquilos, ya sabemos que no fue
así. La cristianización fue encomendada a los franciscanos, se agrupó a
los habitantes de los pueblos en grandes campos de concentración para
mejor poder convertirlos y bautizarlos, después se llevaban a los niños
para adoctrinarlos, los monjes estaban muy satisfechos de sus métodos
hasta que descubrieron que en secreto, e incluso en las iglesias la
población seguía adorando a sus dioses.
La
represión fue cruel, por lo menos 4.500 nativos torturados y
sacrificados al dios cristiano, otros prefirieron suicidarse, muertos de
terror. Desaparecidos sus dirigentes religiosos, la población fue cada
vez mas explotada, la esperanza les abandono y casi desaparecieron.
En
Guatemala la exterminación de los nativos vino a causa del éxito del
cacao, los españoles llegados allí para levantar fortunas vieron una
ocasión de enriquecerse, las tierras se dedicaron al mono cultivo y los
pobladores del país fueron obligados a trabajar hasta el agotamiento,
sin poder cultivar otra cosa que cacao no tenían nada para comer y
tampoco dinero para comprar en el comercio, el hambre los mató, un día
el cultivo de la planta codiciada tuvo que ser abandonada falta de
brazos.
La
segunda tentativapara alcanzar la fortuna por parte de los invasores
fue el cultivo del añil, el índigo, bonito color azul muy apreciado
durante el 1600, es el color de los pantalones vaqueros que tanto
usamos, pues bien este cultivo acabó con lo que quedaba de población,
forzados al trabajo en unas condiciones higiénicas espantosas fueron
exterminados por toda clase de enfermedades. El chocolate que tanto nos
gusta, el color de nuestros pantalones, se pagó con la vida de todo un
pueblo.
Hubo
otros genocidios diferentes, en América del norte se extermino toda la
población india para arrebatarles sus tierras, programando el hambre al
privarles de su alimento básico, los famosos bisontes, y también
distribuyendo bebidas alcohólicas que les enfermaban, e incluso
distribuyendo mantas con el bacilo de la tuberculosis, pocos quedan hoy
día.
Un
caso similar se dio en la pampa Argentina, los habitantes fueron
asesinados para poder utilizar sus tierras como pasto para los ganados.
La famosa Tierra de Fuego quedó sin luz.
En
Australia a los aborígenes se les cazó como animales, de ellos nadie se
preocupo de averiguar si tenían alma, eran lo mismo que los canguros.
Hace
unos meses, durante su visita al Brasil, MefistoXVI, quizás obnubilado
por la samba, dijo a la multitud que le acompañaba que la Iglesia nunca
había tratado de destrozar su cultura, sino que vino a llevarles el dios
que todos ellos anhelaban,. Curiosas palabras, seguramente nuestro papa
infalible, no ha tenido tiempo de conocer la historia de todo un
continente, parece creer que sus habitantes deseaban ardientemente ser
explotados, torturados, asesinados y víctimas del Mayor Genocidio de la
Historia, todo eso en nombre de su dios y de la Corona Española.
A través de los siglos el cacique Hatuey, héroe de la resistencia al invasor le contesta.
Después
de los terribles crímenes cometidos por los cristianos en Santo
Domingo, el cacique Hatuey logra escapar y organiza la resistencia en la
isla de Cuba. Perseguido y hecho prisionero, fue condenado a morir en
la hoguera. Atado fuertemente a un poste cuando las llamas comenzaron a
chamuscarlo se le acercó un sacerdote para hacerlo cristiano antes de
morir. Hatuey pregunto si haciéndose cristiano iría al cielo de los
cristianos, y como el sacerdote le contestara afirmativamente, le dijo
que prefería ir al infierno antes de volver a ver a un cristiano.
Así
murió aquel valiente. Creo que hay muchos que pensamos que el peor
infierno sería convivir toda la eternidad con los cristianos.
El
continente ha seguido siendo explotado, sus riquezas arrebatadas a sus
legítimos propietarios, pero hoy día la esperanza tiene nombre, se llama
Fidel, se llama Chávez, se llama Evo Morales, Apoyémosles, no les
ayudemos, nunca necesitaron de nosotros, perodenunciemos todas las
mentiras que los imperialistas inventan contra ellos para poder seguir
robando impunemente. Pronto esos pueblos a los que robamos sus almas y
sus vidas recuperarán su libertad, eso deseamos todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario