martes, 18 de agosto de 2015

LORCA, SIEMPRE EN NUESTRO RECUERDO

Todos hoy son Lorca”

“Para nuestra vergüenza, España sigue siendo un país repleto de fosas comunes sin abrir”, afirma la vicepresidenta tercera de la Diputación de Granada en el 79 aniversario del fusilamiento del poeta

Ana Sora Sangüesa / 18 ago 2015
Uno de los momentos más emotivos del homenaje de anoche. // JULIO GROSSO. DIPUTACION DE GRANADAUno de los momentos más emotivos del homenaje de anoche. // JULIO GROSSO. DIPUTACION DE GRANADA
Todos volvieron a ser Lorca. Ese era el espíritu que la Diputación de Granada quiso impregnar esta vez en el 79 aniversario de la muerte del poeta. Y lo consiguió. El Parque Federico García Lorca de Alfacar fue, después de cuatro años, un espacio de reencuentro en memoria de todas las víctimas de la represión franquista. Una ofrenda floral junto al monolito que recuerda al poeta y a las víctimas, algunas banderas republicanas, la voz de las asociaciones memorialísticas, testimonios de familiares de víctimas, y la música de Soleá Morente formaron parte de un homenaje en el que se habló, sobre todo, de verdad, justicia y reparación.
“Este homenaje va directamente a los familiares, a las víctimas… Todos hoy son Lorca”, dijo la alcaldesa de Alfacar y diputada provincial de Cultura y Memoria Histórica y Democrática, Fátima Gómez. “Venir a Alfacar el 17 de agosto es venir a hablar de Lorca, de su cultura, de sus poemas, pero también es hablar de Lorca como represaliado, como uno más”.
SALVADOR, 38 AÑOS, CINCO HIJOS
Como Salvador, fusilado el 16 de septiembre en el barranco de Viznar. Tenía 38 años y cinco hijos pequeños. A él se refirió en la noche de este lunes Pepa Miranda, nieta y biznieta de represaliados, que fue la voz de los familiares de las víctimas y que hablaba desde su propia experiencia. Salvador era primo de su abuelo. Había pasado unos años en Argentina y volvió a España apenas se proclamó la República.  Se afilió al Partido Socialista y, según el relato de Pepa Miranda, debió de ser un miembro muy activo de la agrupación local socialista de Padul su pueblo natal.
Muchos miembros de esa agrupación fueron denunciados por los derechistas del Centro Agrario. Los acusaron de albergar a los elementos más exaltados del socialismo granadino. Algunos fueron detenidos en los primeros días del golpe y fusilados en la madrugada del 7 de agosto de 1936. Salvador decidió esconderse en su casa, en la que permanecía durante el día. Por las noches, se ocultaba en el desván de la casa de una vecina, para lo que tenía que atravesar varios tejados. De nada les sirvió jugarse la vida ni a él ni a la vecina. Alguien los denunció. Fue detenido y lo vieron salir en una calle desierta, maniatado y escoltado por la Guardia Civil. “La imagen no puede ser más lorquiana”, afirmó Pepa Miranda al contar su historia. “El pobre tuvo mala suerte y se murió muy joven”, le decían a la representante de los familiares de las víctimas cuando preguntaba y preguntaba. Muchos muchos años después descubrió que no había muerto. Lo habían asesinado.
EL POETA COMO UNO MÁS
A Pepa Miranda, que quiso recordar a “Lorca hombre, el que sufrió con un dolor que le igualaba al resto de las víctimas”, se le hizo un nudo en la garganta cuando rememoraba la historia que le había contado su madre. Hubo un silencio… Y aplausos del público. Fue uno de los momentos emotivos del homenaje a Lorca. Varios cientos de personas acudieron al acto, que se celebra anualmente y que este año llegaba cargado de un nuevo significado. “Después de cuatro años recuperemos el lugar que nos corresponde y del que nunca debimos ser excluidos”, comentó Pepa Miranda en alusión al mandato del PP.
“Recuperamos la memoria del poeta y, a la vez, de todas las víctimas de la represión franquista”, afirmó la vicepresidenta tercera de la Diputación, María Ángeles Blanco, que intervino en el acto como presidenta en funciones de la corporación provincial. Porque el homenaje a Lorca, asesinado en la madrugada del 18 al 19 de agosto de 1936 en un paraje entre Víznar y Alfacar, estaba dirigido especialmente a los familiares de las víctimas del fanatismo. “La Diputación estaba obligada a otorgar a García Lorca un  reconocimiento acorde con su dimensión histórica y con las circunstancias de su muerte, que en ningún caso pueden ser silenciadas, olvidadas ni ignoradas”, dijo Blanco.
“Por todos esos hombres y mujeres que cayeron junto a Lorca pero no son recordados me siento orgullosa de pertenecer a un equipo de gobierno de la Diputación el primero que ha creado un área de memoria histórica y democrática en Granada”, añadió después.
CONTRA EL OLVIDO
El acto de este lunes fue también un reconocimiento al movimiento memorialístico, que desde hace años reclama verdad, justicia y reparación para las víctimas del franquismo. “Para nuestra vergüenza, España sigue siendo un país repleto de fosas comunes sin abrir”, comentó la presidenta de la Diputación en funciones. “Los que abogan por el olvido y el silencio nos piden que sigamos con nuestra vida en la superficie, ajenos a todo eso, que dejemos sus cuerpos amontonados en el subsuelo, sin identidad , sin dignidad. Nosotros creemos que merecen ser recordados y vamos a trabajar para que lo sean”.  Fue su compromiso, el de abrir “la ventana de la historia a la luz de la verdad para que pueda conocerse la violencia fascista que un día dominó Granada y España”. Para que no se repita.
EL CANTO DE SOLEÁ MORENTE
Por eso, el homenaje de este 17 de julio no era un acto de revancha. No era un acto contra nadie. “No queremos reabrir heridas, queremos cerrarlas porque nunca llegaron a cerrarse. No es venganza. Es justicia, es memoria y es dignidad”, señaló la presidenta de la Diputación en funciones, una institución que ha retomado su compromiso con Lorca y con todos los que, como él, “cayeron bajo el fuego de la intolerancia, de la ignorancia y de la brutalidad”.
Por todos los represaliados, que fuera de España hubieran sido considerados héroes, cantó Soleá Morente. Se lo debía a ellos y a su padre, según confesó.

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