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En el estado español la justicia es un papel mojado de lágrimas de
las víctimas del fascismo, de los antifascistas. Ya hemos explicado un
millón de veces que la señora con la venda en los ojos no deja de
atravesarnos el corazón con su espada. Lo ha hecho guiada por una mano
que desde su tumba continua mandando sobre nuestro futuro, porque él no
nos ha dejado solos, sigue tutelando las vidas y las muertes de sus
víctimas a través de sus fieles herederos. Parece mentira que al mismo
tiempo que nosotros continuamos pidiendo el derecho a los derechos
fundamentales, en la capital del reino se pretende colocar una placa a
un almirante de altos vuelos, como fue Carrero, donde ya existe una, que
no ha sido retirada por la ley de la desmemoria, con el siguiente
texto: “aquí rindió su último servicio a la patria con el sacrificio de
su vida víctima de un vil atentado el almirante (…) para honrar su
muerte heroica y perpetuar su memoria”. Ahora la Botella quiere añadir
otra que incluye las palabras: “Verdad, memoria, dignidad y justicia”.
Verdad, memoria, dignidad y justicia reclaman los descendientes
políticos del dictador para los ultranacionalcatólicos. Nosotros nos
preguntamos: ¿Es que no les ha bastado su mentira, su historia, su
loanza a los verdugos y la injusticia para los vencidos? Porque es eso
lo que hemos sentido los que padecemos esta propaganda franquista en el
39 aniversario de la muerte en su cama del genocida, los mismos años que
sembró de muerte nuestra tierra.Cuando la justicia mira a otro lado, la de los impresentables constitucionalistas monárquicos, que enterraron la memoria bajo una falsa reconciliación forzosa y que continúan vendiendo la transición como modelo de una España, que ningún demócrata puede aceptar. Cuando esta figura alegórica, que no quiere escuchar nuestros gritos de exigencia de lo que en justicia nos pertoca, no nos ha quedado otro remedio que buscar en otros ojos más valientes y justos, los de la justicia argentina. Ahora ya tenemos más de 20 imputados por la jueza María Servini, ya tenemos ordenes internacionales de extradición, ahora ya hemos dado un paso muy importante, aunque la balanza siga inclinada del lado de los golpistas, de los rebeldes a la legalidad republicana, de los asesinos. Y es así porque cumplimos una condena de la cual no hemos estado liberados, 37 años, un mes y dos semanas hará el día de nuestra concentración, el 29 de noviembre. 37 años desde que fue aprobada la ley de Amnistía que tantas veces hemos denunciado y de la que estamos hartas de pedir su derogación.
Todo eso continuará si entre todos no hacemos girar la tortilla de una vez, y que sean los criminales y sus cómplices necesarios los que prueben la quemazón a la que hemos estado sometidos. No es venganza, es justicia, aunque cuando la pedimos nosotros lo conviertan en algo poco digno. En sus mentes tergiversadoras y corrompidas por el odio a los que defendieron unos ideales nobles, con el sueño loable de cambiar un mundo que los había asfixiado durante siglos, la justicia es venganza. La sangre vertida, roja de corazón, ha germinado y su cosecha es un campo de amapolas y trigo que hemos segado con una herramienta del pueblo: la determinación a conseguir la verdad, la justicia y la reparación. No nos pararemos aquí, queremos, pedimos, exigimos la extradición de los imputados por la justicia argentina y si para eso tenemos que hacer caer muros podridos de franquismo, continuaremos luchando, cada uno en la medida de sus posibilidades, pero sin descanso, hasta que caigan las cadenas de la injusticia.
Os esperamos en nuestra batalla de la palabra por los derechos humanos en la plaza Sant Jaume el sábado 29 de noviembre a las 12 horas, venid cargados de vuestra fuerza solidaria porque la victoria, no tengáis ninguna duda, será nuestra, será de los nuestros.
¡Derogación ley de Amnistía!
* Mesa de Catalunya d’Entitats Memorialistes
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