(Documento
presentado al Consulado argentino en Madrid)[1]
Habida
cuenta de la notificación de 11 de abril
de 2013 que hemos recibido del Juzgado Nacional Federal en lo Criminal y
Correccional Nº1, a cargo de la doctora María Romilda Servini de Cubría, a
través de nuestros abogados, doctores Máximo Castex y Ricardo Huñis, en Buenos
Aires, y Carlos Slepoy y Ana Messuti, en Madrid, en la que se resuelve recibir
nuestra declaración testimonial en la causa “NN s/ genocidio…”nos presentamos
al Consulado argentino en Madrid, en la fecha y hora indicada.
La
ansiedad y las expectativas que han supuesto para nosotros presentarnos como
testimonios en esta causa son indescriptibles. Sin embargo, estábamos
dispuestos a hacerlo, superando los aspectos más dolorosos e imbuidos de enorme entusiasmo.
Decenas de años hemos esperado a que un Tribunal de justicia nos escuche.
En muchas
ocasiones se ofrece apoyo psicológico a las víctimas de este tipo de crímenes a
la hora de prestar declaración… En esta ocasión, ni siquiera se nos ha
notificado que se aplazarían nuestras declaraciones. Nuestros abogados no han
recibido ninguna notificación oficial a ese respecto.
Vemos, una vez más, vulnerados nuestros derechos
como víctimas. Una vez más se violan las normas internacionales que establecen
la necesidad de protegernos.
Nos
remitimos, para no citar más que una, a la “Declaración sobre los principios
fundamentales de justicia para las víctimas de delitos y del abuso de poder”,
adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su resolución 40/34
de 29 de noviembre de 1985. Dice: “Se facilitará la adecuación de los procedimientos
judiciales y administrativos a las necesidades de las víctimas (párrafo 6);
en el apartado d) de dicho párrafo dice:
“Adoptando medidas para minimizar las molestias causadas a las víctimas…”, y en
el apartado e): “Evitando demoras innecesarias en las resolución de las
causas…”.
Innecesario
es describir todas las molestias que nos ha causado desplazarnos de otras
ciudades, solicitar permisos en el trabajo, sin referirnos al costo emotivo ya
referido, que supone la preparación para este tipo de declaraciones, agravado
considerablemente por su frustración.
[1] Se registro en el consulado, firmado por Pablo Mayoral, Merçona Puig y
Fausto Canales, querellantes citados por la jueza Servini de Cubría el día
25.04.2013
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