Los curas recogen firmas para abolir la ley de memoria histórica
Un sacerdote de la diócesis de Jaén el que a través de un artículo publicado en una web católica se ha puesto a recoger firmas para la retirada de la ley de Memoria histórica.
Documento con fecha
martes, 29 de enero de 2013.
Publicado el
miércoles, 30 de enero de 2013.
Autor: Redacción.Fuente: La Mancha Obrera.
Autor: Redacción.Fuente: La Mancha Obrera.
El nacional catolicismo ha iniciado una ofensiva ideológica para
aniquilar la memoria histórica de raíz. Si ayer era Esperanza Aguirre la
que cargaba con un cinismo y una demagogia insultantes contra II
República, hoy es un sacerdote de la diócesis de Jaén el que a través
de un artículo publicado en una web católica se ha puesto a recoger
firmas para la retirada de la ley de Memoria histórica.
El fulano en cuestión se llama Tomás de la Torre y su argumenta que
“durante el largo periodo del zapaterismo hubo que tragar unas leyes
infumables” y que si siguen todavía vigentes es gracias a los “complejos
de la derecha representada por el gobierno del partido popular”.
Según el sacerodote jienense la ley de memoria histórica es una “fuente
de conflictos revanchistas y de odios familiares y vecinales”, y
gracias a la cual han ocurrido sucesos lamentables en muchos pueblos
españoles que habían enterrado los odios de la Guerra Civil al inicio de
la Transición.
Todos sabemos que la Ley de Memoria aprobada por el gobierno Zapatero
es una ley que equipara víctimas y verdugos, que no ha resuelto ni de
lejos el problema de las fosas y que es complemente insuficiente para
recuperar la verdad, hacer justicia y reparar la memoria de las
víctimas del franquismo, por lo que no vamos a hacer un gran defensa de
ella. Pero lo que nacional catolicistas quieren es que directamente no
tengamos memoria y que así sus crímenes permanezcan impunes, como hasta
ahora.
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La carta dice:
Don Mariano Rajoy, Presidente del gobierno de España
Le pido la derogación de la llamada “Ley de Memoria Histórica” (Ley
52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y
se establecen medidas a favor de quienes padecieron persecución o
violencia durante la Guerra Civil y la Dictadura).
Porque dicha Ley es contraria a la Constitución; a lo expuesto en el
preámbulo de la misma: cuando proclama su voluntad de “garantizar la
convivencia democrática dentro de la Constitución y de las leyes".
Porque la Ley de Memoria Histórica es sectaria e injusta. Lo único que
ha hecho dicha Ley, ha sido ahondar las diferencias entre los españoles,
resucitar odios ya caducados y reabrir heridas que estaban cicatrizadas
desde hace mucho tiempo. Todo ello porque su espíritu está presidido
por un afán de revancha que falsifica el proceso histórico en sintonía
con necesidades políticas que nada tienen que ver con la Historia.
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