lunes, 11 de octubre de 2010

EL DÍA DE LA VERGÜENZA



Si, el 12 de octubre es un día vergonzoso y no tenemos nada que celebrar y si mucho que lamentar, el continente americano debía tarde o temprano unirse al resto del mundo conocido, al ser nosotros los que lo descubrimos fue una catástrofe, para los habitantes de este Nuevo Mundo y también para España, país de conquistadores que aun se creen autorizados a seguir empleando genocidios, siguiendo el ejemplo de sus antepasados, para quitar de en medio a todo el que no acepte el dominio de los oligarcas y señoritos fascistas que con los militares acabaron con nuestra República con el apoyo entusiasta de la Iglesia, hablo del genocidio de los republicanos tan horrible como el que nuestros conquistadores planificaron en aquellas tierras indefensas ante la barbarie española. El genocidio americano sirvió de ejemplo al de los republicanos, es una costumbre española.

El articulo que hoy publico lo escribí y lo publiqué hace unos años, lo sigo publicando por que nada ha cambiado, el genocidio sigue celebrándose y la España Imperial sigue sus ataques y conspiraciones contra todos los pueblos que desean ser libres, los lideres de algunos países que no se someten al pillaje imperialista se ven perseguidos por la oligarquía española muy de acuerdo con el mayor enemigo de la libertad que son los Estados Unidos. Colombia se ha convertido en una porta aviones gringo desde donde se preparan a invadir Venezuela y acabar con Chávez, como se ha hecho en Honduras con Zelaya con la complicidad de occidente, Correa ha estado a punto de ser asesinado y los ataques a Evo continúan, el robo del gas, del petróleo, el control del trafico de droga, justifican todo, asunto de dinero, y el capitalismo es sagrado, la Iglesia se une alegremente a estos ataques , su mas profundo deseo es que las gentes sigan siendo esclavas para dominarlas, su rebaño allí es el mas importante y la libertad mermaría su poder.

No celebremos nada en este día, sino que pidamos libertad y respeto para los legítimos propietarios de un continente al que durante 5 siglos hemos expoliado.

Milagros Riera

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