miércoles, 18 de febrero de 2015

UNA PLAZA EN MADRID PARA YOLANDA

Una plaza en Madrid para Yolanda González mientras su familia sigue luchando por el trato “benévolo” de Interior a su asesino

Por Aurora Moya
Yolanda González dará nombre a una plaza en un parque del madrileño barrio de Aluche por acuerdo de pleno de la junta municipal.  Han pasado 35 años desde que la joven de 20 años fuera torturada y asesinada por los ultraderechistas Emilio Hellín e Ignacio Abad Velázquez con la complicidad de otros cuatro individuos. Todos […]
YolandaGonzález
Yolanda González dará nombre a una plaza en un parque del madrileño barrio de Aluche por acuerdo de pleno de la junta municipal.  Han pasado 35 años desde que la joven de 20 años fuera torturada y asesinada por los ultraderechistas Emilio Hellín e Ignacio Abad Velázquez con la complicidad de otros cuatro individuos. Todos fueron juzgados y condenados pero al día de hoy, Hellín sentenciado a 43 años de prisión, está en libertad y ha participado en la formación de  las  Fuerzas de Seguridad del Estado. Algo que Asier González, el hermano de Yolanda, califica de “surrealista e inmoral”.
El homenaje a la joven lo vive Asier, dice “con una sensación agridulce. Evidentemente te remueve muchos sentimientos, porque lo que hemos vivido desde 2013 al conocer la situación de  uno de sus asesinos, trabajando para formar policías es muy duro. Y por otro lado, hemos sentido el apoyo y el calor de muchas personas que nos han ayudado a luchar por hacer justicia… dentro de lo que uno puede llegar a conseguir”.
Muchas ganas de hacer cosas
Tenía 19 años y muchas ganas de hacer cosas. Nacida en Bilbao, llegó a Madrid en 1979 para estudiar. Yolanda se afilió al Partido Socialista de los Trabajadores y era  representante estudiantil del Centro de Formación Profesional de Vallecas. Trabajaba en lo que podía para tener independencia económica.
El secuestro
En España ya había una Constitución recién estrenada pero demasiados vestigios franquistas. La ultraderecha se resistía a un cambio político que la sociedad exigía. A Yolanda la secuestraron en su casa de Aluche, donde vivía con su novio. Fue el 1 de febrero. Unos tipos llamaron a su casa diciendo que eran de la policía y que les debía acompañar. Eran Emilio Hellín Moro e Ignacio Abad Velázquez, miembros de Fuerza Nueva, el partido de Blas Piñar.
El terror
Les acompañaban varios sujetos más. Uno de ellos, policía. Se la llevaron, la maltrataron hasta lo indecible. Duele pensar el terror que debió sentir Yolanda. En aquel tiempo, la ultraderecha mataba y daba mucho miedo. Tanto como pensar en un interrogatorio a manos de policías del tipo del conocido Billy el Niño o individuos de su estilo.
La ejecución
Emilio Hellín Moro le disparó dos veces con una pistola calibre 9 milímetros Parabellum a unos 70 centímetros en la cabeza  y que  Ignacio Abad Velázquez la remató con otro disparo estando aún con vida, según relata la sentencia condenatoria. Dos personas que acudían a su trabajo la encontraron a las 09:00 horas del día 2 de febrero de 1980 en un camino próximo a la carretera que va de Alcorcón con San Martín de Valdeiglesias.
Protegido por Stroessner
A Hellín, el principal encausado, se le condenó a 43 años de cárcel. A Ignacio Abad a 28. Hellín se fugó en 1987 aprovechando un permiso penitenciario. El dictador Alfredo Stroessner le protegió en Paraguay. Un periodista de Interviu le descubrió allí en 1990 y fue extraditado.
Cursos para Interior
En el año 2013 se supo que el asesino de Yolanda habría estado trabajando para los Cuerpos y Fuerzas Generales de la Seguridad y del Estado en técnicas de espionaje, rastreo informático y en dispositivos móviles con los diversos gobiernos de la democracia. El Ministerio de Interior confirmó que se había contratado a la empresa de Hellín para instruir a los policías en diferentes cursos desde 2006 a 2011.
Perito en el caso Bretón
Más aún, la empresa en cuestión fue contratada por la familia de Ruth Ortiz para el peritaje de los teléfonos de José Bretón, acusado y condenado por el asesinato de sus dos hijos. Este fue el último episodio conocido que ha llevado a Asier González a referir esa sensación de impotencia y frustración.
“No se entiende”
“A Hellin se le condenó a  43 años de cárcel. Cumplió solo parte de la condena. Eso podría ser justo en el caso de un recluso que haya tenido buen comportamiento, que se convierta  en una nueva persona decente y honrada; ese es el objetivo de recluir a una persona. Pero cuando el efecto ese el contrario, cuando encima  se fuga, que se le den privilegios cuando no se ha  arrepentido jamás, no se entiende”.
“Donde la ley no llega”
Todas estas cosas, dice Asier,  “ocurren a través de ámbitos oscuros donde la  mano de la ley no llega. Hellín tenía sus contactos y al parecer los sigue teniendo en servicios de inteligencia militar.  Llegas hasta donde puedes llegar con la ley, más allá poco puedes hacer”.
¿Mano negra?
Asier González se ha reunido con el Ministerio del Interior para aclarar por qué el asesino de su hermana tiene este trato benévolo y contractual. “En el Ministerio del  interior  te vienen a decir  que son contratos menores, que no llegan a x miles de euros, te empiezan a liar y sobre la ley se pueden amparar. Pero sabes que hay una mano negra detrás. ¿Cómo lo demuestras?
“Tomadura de pelo”
Las reuniones con las Consejerías de diferentes Autonomías como País Vasco o Cataluña, tampoco fueron más productivas: “nos encontramos con buenas palabras pero sin que nadie hiciera nada. Daba la sensación de que les habían sugerido qué decirnos. Daba la impresión de que te tomaban el pelo”.
Patata caliente
El resultado es la frustración e impotencia que sufre Asier, como la sufrieron sus padres en su momento “Es inconcebible  saber que este hombre está protegido en esos ámbitos,  ahora, en el año 2015”. Considera Asier González que para los políticos “esto es una  patata caliente y solo  puedes hacer presión cuando hay presión mediatica, solo hacen algo cuando hay noticia”.
La roposición no de ley olvidada
 “Una muestra de ello es que cuando se denunció en 2013 el tema de la empresa de Hellín, se aprobó con bastante celeridad una  Proposición no de ley  para investigar esa situación. Pero la noticia se fue relegando y la proposición se quedó en un cajón. Nunca se ha debatido ni tiene pinta de que se vaya a debatir”, afirma. “Es una situación surrealista e inmoral y que tiene mucho de reflexión a nivel político”.
Vínculos que se mantienen
Añade Asier González: “Ya en su momento Hellín manifestó a la prensa que se había fugado de la cárcel  en la época del juicio algún testimonio que dio para la prensa con la fuga de cárcel con ayuda de camaradas del servicio de inteligencia militar español. Y lo que comprobamos  es que esos vínculos se mantienen”.
http://www.elplural.com/2015/02/16/una-plaza-en-madrid-para-yolanda-gonzalez-mientras-su-familia-sigue-luchando-por-el-trato-benevolo-de-interior-a-su-asesino/

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