En recuerdo de Yolanda González Martín Destacado
por Galileo Gali. LQSomos
Jueves, 07 de Febrero de 2013 09:53
En diciembre del 79 han sido abatidos por disparos "al aire" de la
policía: Emilio Martínez y José Luís Montañés. La imparable "Transición"
sigue avanzando a golpe de porra y pistola...
33 años después de su asesinato*
La década de los años 80, se inicia en medio de las movilizaciones
estudiantiles contra la Ley de Autonomía Universitaria y el Estatuto de
Centros Docentes. A finales del año 79, se genera un movimiento contra
la aplicación de estas leyes, bajo la convocatoria de la Coordinadora de
Estudiantes, que entre otras movilizaciones llevó a la huelga total de
la enseñanza los días 5,6 y 7 de diciembre. El movimiento estudiantil
está organizado, no está dispuesto a tragar con las imposiciones de los
neofascistas del gobierno de UCD. Además está unido a las movilizaciones
obreras, que se viven en esos días contra el Estatuto de los
Trabajadores, uniéndose a las movilizaciones sindicales de protestas, en
esos días suena: "Obreros y estudiantes, unidos ¡Adelante!
En estos años la represión es lo habitual en las reivindicaciones
del pueblo, al fin y al cabo, poco han cambiado las cosas en la
actualidad. En diciembre del 79 han sido abatidos por disparos "al aire"
de la policía: Emilio Martínez y José Luís Montañés. La imparable
"Transición" sigue avanzando a golpe de porra y pistola, abriéndose paso
entre los crímenes y la represión, el mensaje lo dejo claro el dictador
Franco, y sus cachorros aceleran la situación para poder cumplir su
testamento político (la herencia en la que vivimos hoy).
Yolanda González Martín, de 18 años, es representante en la
Coordinadora de Estudiantes, milita en el Partido Socialista de los
Trabajadores, estudia electrónica en el Centro de Formación Profesional
de Vallecas y es una destacada luchadora de todas las movilizaciones que
se están viviendo en Madrid y en toda España. La noche del 1 de Febrero
es secuestrada en su domicilio de Aluche, por un grupo de fascistas, de
los que campan con total impunidad por toda la geografía española, su
cadáver aparece a la mañana siguiente, el asesinato lo reivindica el
Batallón Vasco español, una organización fascista ligada a Fuerza Nueva y
como se verá después llena de conexiones policiales. La orden del
asesinato ha partido de Martínez Loza -jefe nacional de seguridad de
Fuerza Nueva. El escarmiento está cumplido.
"Félix Pérez Ajero y Ricardo Prieto Díaz -miembros de Fuerza
Nueva-, el policía nacional Juan Carlos Rodas Crespo y el guardia civil
Juan José Hellín Moro, se quedan vigilando los alrededores del portal
101 de la calle Tembleque, mientras Emilio Hellín e Ignacio Abad
secuestran a Yolanda. La llevan hacia San Martín de Valdeiglesias y
allí, en plena carretera, le disparan dos tiros en plena sien -Hellín- y
uno en el brazo -Abad-. En la más pura tradición de los paseos
franquistas. El atentado lo reivindica el Batallón Vasco Español, que
también a hecho lo propio con el asesinato en Eibar de José Miguel
Zubikari, el mismo día 1 de Febrero. A Yolanda, probablemente, la
asesinan pasadas las 24 horas, ya en el día 2".(1)
Cuando detienen a Hellín y Abad, se descubre un autentico arsenal a
su disposición, desde armas a goma-2, granadas (las reglamentarias del
Ejercito español) y un largo etc.
"También tienen receptores de emisores de la guardia Civil y un
terminal de de computador Scanner VHF, conectado directamente con el
computador central del Grupo 8 de los Servicios de Información de la
Guardia Civil. Se descubre que ese mini computador-terminal corresponde a
una partida de ingenios de la misma serie vendidos al Estado y
destinados al Ministerio del Interior. Es desconectado, sin orden
judicial, por los inspectores encargados de la investigación y
desaparece para siempre, a pesar de todas las gestiones que se hacen
para conocer su paradero y poder recuperarlo"(1)
En un camino de obstáculos y de oscuras resistencias judiciales
(típico de la época) son condenados Hellín (43 años) y Abad (28 años)
como autores materiales del asesinato, otro grupo de fascistas
colaboradores también es condenado a penas inferiores.
Emilio Hellín contará con la colaboración judicial en sus cortas
estancias en prisión, el Juez Varón Cobos, se negara a trasladarlo a la
prisión de máxima seguridad de Herrera de la Mancha (donde en esa época
se aplicaban torturas de forma sistemática a otros presos, que no
pertenecían a los "escogidos") fugándose Hellín de la prisión de Alcalá
de Henares, volverá a ser detenido y protegido, esta vez por otros
jueces, el juez Jesús Valles que lo cambia de clasificación
penitenciaria y el juez José Donato Andrés Sanz, que concede un permiso
de 6 días al asesino Emilio Hellín, que aprovecha la ocasión para
fugarse. En el año 87 será localizado en Paraguay por el incombustible
periodista José Luís Morales, se le extradita y vuelve a prisión. En la
actualidad todos los implicados se encuentran en libertad.
Una vez más, se desperdició una gran ocasión para poder demostrar
el entramado entre los fascistas y los cuerpos de Seguridad del estado,
al fin y al cabo todo obedecía a un plan de venganza y escarmiento hacia
los "rojos", urdido minuciosamente por los herederos del "gran
dictador".
La lucha de Yolanda, ligada a toda una generación, que esperábamos
otro cambio y otro rumbo, no puede caer en el olvido. La lucha por la
libertad sigue, los que hace 25 años hacían de verdugos, hoy están
instalados en esta herencia del franquismo que se llama "democracia",
muchos de ellos son "respetables" miembros del PP y de la vida pública.
Se sigue apagando la luz de lo que fue la llamada "Transición", una
reconversión de imagen del fascismo franquista, con el beneplácito de
unos cuantos traidores a la lucha de un pueblo, pero siguen estando ahí,
los mismos represores, los mismos jueces, los mismos políticos del
régimen... Recordar hoy, el 1 de febrero del 2005, a Yolanda González
Martín, es seguir pidiendo justicia donde no la hubo y no querer olvidar
el terrorismo de Estado que se practicó en esos años…y mucho después.
Sin recuperar la memoria, seguiremos metidos en esta gran farsa que
nos han contado. Yolanda González, tendría ahora 52 años y hoy nos
recuerda e impregna de ese otro mundo más justo por el que ella luchó,
que es necesario y posible, salud compañera del alma, compañera…
Notas:
* Texto escrito en 2005, la memoria sigue viva, ni olvido, ni perdón.
(1)Textos del libro: La sombra de Franco en la Transición, de Alfredo Grimaldos Feito. OBERON, Grupo Anaya.
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