miércoles, 4 de mayo de 2011

REPRESIÓN EN LA MANIFESTACIÓN DEL PRIMERO DE MAYO

HOY NO ME PUEDO SENTAR

Antes de escribir esta crónica personal sobre el 1er de Maig alternativo en la ciudad de Barcelona ya sé que seguramente dejará insatisfechos a algunos, pero creo que el ser una damnificada por la carga desproporcionada y malintencionada de los mossos d’esquadra, me adjudica autoridad moral para expresarme con total libertad, como procuro hacer siempre.

Desde hace varios años acudo a esta manifestación alternativa, pues verdaderamente después de lo acontecido durante las últimas épocas con los sindicatos mayoritarios y sus tejemanejes al servicio del gobierno y la patronal no podía acudir a la de la mañana, como yo, mucha gente desencantada de mi entorno. En todos los años que he acudido a esta marcha alternativa por la justicia social, donde diversos partidos y colectivos, de esos que llaman despectivamente minoritarios, se daban cita para denunciar el tobogán de decadencia por el que nos estaba empujando el capitalismo más salvaje y despiadado. Años de descenso abrupto hacia los orígenes de la reivindicación de nuestros derechos en la post-revolución industrial. En todas esas manifestaciones no se había vivido nada igual a lo pasado el último domingo. Recuerdo que hubo una en la que un grupo de provocadores de 4 ó 5 personas, ajenas totalmente a la manifestación intentaron reventarla con actos vandálicos, pero los que íbamos en la marcha logramos sacarlos de allí en vez de vitorearlos. No tenían pinta de policía más bien de gente de extrema derecha al servicio del sistema, pero nunca se sabe.

Este Primero de Mayo la cosa ha sido diferente, el recorrido de la manifestación que un principio era en si mismo una denuncia, aunque un tanto arriesgado pasar por delante de los domicilios de corruptos y de encubridores de corruptos y de centros de la administración como el Departament d’Ensenyament para acabar en el Clínic (allí acabaron algunos pero no como hubieran querido). El recorrido fue modificado por Interior y no sabemos si fue este quien tomó la decisión de que en un momento dado la manifestación girara hacia Diagonal por una calle estrecha que desembocaba en un plaza, una ratonera donde cazar manifestantes. Hay que felicitar a quien tomó la decisión. También cabe preguntarse como es que no se vetó un recorrido por las zonas altas, como ha pasado en otras ocasiones, y la respuesta es porque al Govern le venía muy bien lo que iba a acontecer.

Decir que durante esta marcha se fueron sucediendo una serie de actos como pintadas, lanzamiento de pintura a comercios y entidades bancarias, para una vez en los barrios más altos ir in crescendo con roturas de lunas de entidades bancarias y destrozos de cajeros con unos métodos profesionales envidiables y con una técnica más que depurada. Gente que salía de un grupo, actuaba y volvía al grupo. Acciones vitoreadas por algunos manifestantes. Francamente no voy a ser yo, a pesar de no aprobarlo, quien llore por esos vidrios rotos o porque la familia Millet o Mas no puedan sacar dinero de su cajero. Lo que sí detesto ante todo es destrozar el mobiliario público porque es del género tonto romper lo tuyo y volver a pagarlo. Nunca hasta la fecha de ayer había visto en una manifestación, y no será porque vaya a pocas, un grupo de gente tan sumamente numeroso con las caras cubiertas y mascarillas, protegidos por un perímetro de gente que iba a cara descubierta, vi banderas negras y alguna rojinegra entre estos, vaya por delante que esta gente no tiene nada que ver ni con los compañeros de la CNT, ni de la CGT, que llevan sus siglas en sus banderas. Tampoco era un grupo de más de 40 policías con una vestimenta, que ni el estilista del bloque negro hubiera mejorado. Había mossos infiltrados en la mani, es evidente y hay material audiovisual que así lo demuestra, por cierto muy mal asesorados respecto a su estilismo. Que estos mossos formaran parte de ciertas provocaciones e incluso destrozos, también, no es nada novedoso, pero no se puede obviar que los incidentes que se fueron produciendo durante todo el recorrido eran protagonizados por otros, que no sabría decir quienes son y que me hace dudar de al servicio de quien están. Lo que no puedo hacer es defender estos actos porque su defensa va en detrimento del trabajo de la mayoría de la gente que allí estábamos, miles de personas que pacíficamente marchaban en defensa y exigencia de unas reivindicaciones más que justas en las que tenemos que implicar a cuanta más gente mejor, si queremos ganar, y no lo haremos desde la violencia sino desde la razón. Los que quieran destruir para construir que se monten su propia mani y que hagan lo que les parezca oportuno pero que no lo hagan en una donde desfilan personas mayores, niñas y niños, bebes en carrito, pues a estas horas podríamos estar lamentando algo más que unas heridas y contusiones. Se que algunas personas de las que se interpusieron o increparon a los provocadores han sido criticados, gente como algunos compañeros de Revolta Global, acusándolos de blandos, al menos ellos van a cara descubierta y no van con la cara tapada arrasando y poniendo pies en polvorosa, porque seguro que entre los detenidos se encuentran pocos de éstos, sino pobre gente con estética okupa que seguramente esté ahora pasándolo terriblemente mal y en cuya piel no me gustaría encontrarme. Arriesgarse a ir a prisión por acoger a gente que destroza un vidrio que hoy ya estará puesto y pagado por una aseguradora, no creo que sea de una gran inteligencia, ni victoria alguna. Estoy de acuerdo con que es hora de que estalle la rabia pero no desde el descontrol sino encauzadamente y con los objetivos claros porque el señor Botín no se levantó el lunes desesperado porque tuvo que reponer unos cajeros de sus oficinas, hay que dejarlos en evidencia pero no hacerles el juego con acciones que a ellos les beneficia y nos perjudican a nosotros.

He empezado por la parte que más dura se me ha hecho porque la tendencia es siempre la de justificar ciertas cosas, pero cuando estas pueden ser contraproducentes, hay que contarlo. Ahora, desde la administración ya tienen nuestro talón de Aquiles, rara vez se exige responsabilidades a los convocantes de manifestaciones y concentraciones a pesar de que uno es informado cuando cede su dni o nif para tales menesteres de que es responsable de lo que suceda en estos actos. A los convocantes de este Primero de Mayo alternativo les ha tocado la lotería negativa puesto que van a ser sancionados y esto crea un precedente peligroso para el activismo social, en un mes caliente de actos de protesta en la calle. No todo el mundo que monta algo puede permitirse tener un grupo que se encargue del orden, así que a partir de ahora o se expulsa a cualquier provocador del grupo minuto uno o tocará pagar, y la mayoría no tiene mecenas, ni padrinos. Ya no se podrá hacer ni una pintada en una pared o en un escaparate de las entidades que nos roban a manos llenas a no ser que sea con nocturnidad. La calle ya era suya, pero teníamos derecho a pisarla , ya no está tan claro como van a ser las cosas, pero creo que sólo nos van a dejar mirarla, porque la lectura de nuestros tristes derechos constitucionales va ser cada día más corta y la interpretación de hoy será la tergiversación de mañana.

El grupo heterogéneo del pasado domingo estaba formado por comunistas, troskistas, okupas, ecologistas, independentistas, sindicalistas, republicanos, anarquistas, asociaciones de defensa de los emigrantes, contra el racismo, creo que se puede decir que todos gente de izquierda, antifascista y anticapitalista sin temor a equivocarme, como otros años, todos desfilando no tanto por bloques, porque es gente que se conoce de muchas manifestaciones y hablas con unos y con otros con buen rollo y las líneas no están tan definidas, siempre en armonía. Este año se podría decir que en líneas generales también, hasta que se hizo una parada ante Ensenyament donde había tantos mossos, que no se podían contar, camuflados entre las plantas que flanquean el gran edificio. Aquí empezaron las provocaciones buscando el enfrontamiento y es donde hubo el rifirrafe entre manifestantes provocadores y los que no querían entrar en ese juego. Se veía venir que habría problemas pero no donde los hubo, sino al acabar la manifestación como suele pasar y no en los barrios altos, sino al otro lado de la Diagonal, pero la orden política de cargar llegó en una calle donde pocas salidas había, sólo correr hacia delante para no ser pisoteado por la gente que tenías detrás. Yo iba con más compañeras, fui a saludar a un amigo cuando vi como se producía una estampida como en los documentales de animales de la sabana, me giré para buscar a nuestra compañera de 74 años, que está estupenda, con su bandera republicana, junto con otra amiga sólo tuvimos tiempo de llegar a la plaza empujarla contra una minúscula entrada de 50 cm. de un comercio con la persiana bajada. Yo de espaldas a la calle la protegía con mi cuerpo mientras sostenía la bandera tricolor, nada excepcional sino humano, mi otra compañera a mi lado ayudaba a una madre con dos niños pequeños que gritaba: ¡hay niños!, ¡hay niños!, porque los antidisturbios pasaban como caballos desbocados con la defensa en alto, o sea, la porra para agredir de toda la vida. Pasó un primer grupo con la visera levantada y sólo giré la cabeza para ver si venían más y sí, venían. Uno con la visera bajada que hizo paradilla, cogió impulso y me arremetió tal golpe en la nalga izquierda, cual iba a ser sino, que me dejó sin aliento. A una persona que no se movía, que estaba con los brazos en alto, en un grupo de mujeres que ya no éramos adolescentes y de niños, que no suene esto machista, pero la diferencia entre los cuerpos de esta gente armada y los nuestros era totalmente desproporcionada. Cuando pasó este grupo de aguerridos agresores pagados con mis impuestos nos dio tiempo de alcanzar una calle de bajada a la Diagonal y escapar de las cargas que se seguían produciendo. Sólo diré que una hora después de la agresión sufrida todavía mi pantalón quemaba y que cuando llegué a casa y al ver, no con cierta dificultad dada la ubicación, la proporción del golpe, que ardía más que doler, que también, me fui a urgencias y desde entonces no me quito el hielo de salva sea la parte, ni he dejado de tomar antiinflamatorios ante el riesgo que ceda la piel por la presión del hematoma y se me abra una herida. Para dar un toque de humor, si es que es posible, decir que la doctora que me atendió me dijo: no queríais el comunismo, pues tomad democracia, ahí tenéis vuestra democracia.

Para ilustrar lo expuesto y no como un acto de exhibicionismo, sino de denuncia, aquí va la foto del resultado de la valiente actuación del mosso enmascarado, al que aún le tengo que agradecer que el golpe fuera ahí y no en otro sitio donde podría haberme dejado gravemente lesionada, dado la fuerza desproporcionada utilizada y la saña, también le agradezco que no me tirara al suelo como a otros y hubiera seguido dándome y más aún el no detenerme.




Si piensan que estas medidas van a empujarnos a abandonar aquello por lo que luchamos y a obligarnos a que nos quedemos en casa están muy equivocados, por lo menos en lo que a mi concierne.

Como siempre: Salud y República.

NOTA IMPORTANTE: hoy juegan por enésima vez el Barça con el Madrid, no sabemos cuantos destrozos se harán hoy en Barcelona, seguramente los habrá, pero estos serán pagados por la administración muy gustosamente porque el fútbol es parte importante del sistema. Canto de sirena ante el que sucumben hasta los alternativos, los antisistema, los eruditos de la izquierda, los republicanos y se puede poner también una a, pues las mujeres también beben de esa fuente. Un método de control y entretenimiento aún más importante que la Corona. Ya se vio recientemente como un portero ignoró al rey para luego subirse a su chepa y apoyarse en el monarca mientras balanceaba una copa. A ver quien más hubiera podido cometer tal atropello al protocolo real y salir, no sólo indemne, sino vitoreado.

1 comentario:

Antonio dijo...

A mi me me atacaron dos moros en Sant Boi, me dieron una paliza, y mientras estaba en el suelo, uno se dedicaba a golpearme en la espalda y el otro me clavaba una navaja en el muslo. Cuando llegaron los mossos, el de la navaja aun la llevaba en la mano y le dijo a estos que era mia. Qué pasó? pues que sin preguntarme a mi nada me llevaron detenido a mi y a los agresores los dejaron sueltos. Viva la inteligencia policial y la integración racial!!