miércoles, 22 de julio de 2015

VISITA AL VALLE DEL RONCAL, NO OLVIDEMOS A LOS ESCLAVOS DE FRANCO




VISITA AL VALLE DEL RONCAL

Desde des hace cuatro años “Los esclavos del franquismo” se reúnen en el Pirineo, en el sitio donde sufrieron hambre, miseria y malos tratos, fueron 700.000 represaliados a los que se encerró en campos y durante años tuvieron que trabajar como mano de obra para el régimen genocida. No se podía fusilar a tantos republicanos, la tierra ya no podía empapar tanta sangre, así que se dieron cuenta que sería mejor utilizar su trabajo, así podrían acabar con ellos matándoles de miseria y humillaciones, los que escaparan a la muerte no olvidarían nunca lo que habían sufrido y serian dóciles esclavos del fascismo, los campos de concentración de los nazis alemanes y los de Franco fueron paralelos y se inspiraron los unos de los otros. Los campos del nazismo fueron liberados por los aliados, sus víctimas recordadas y honradas, para los republicanos sólo se tuvo olvido y silencio, depende de nosotros que esto acabe y por fin nuestros luchadores sean reconocidos como héroes, que supieron resistir a la barbarie fascista.


Nos reunimos en la cima de la carretera de Igari que ellos construyeron con sus manos, con su dolor y su sangre. La carretera es vertiginosa, al recorrerla hasta llegar a la cima no podíamos dejar de pensar lo que pudo costar a los republicanos allí encerrados construirla, casi con sus manos desnudas, y como nos contaron ellos en el curso del homenaje, no teniendo más comida que agua hervida con un garbanzo para cada uno, a veces se repartían un plátano para dos.


A pesar del tiempo trascurrido, allí estaban, aun quedaba un grupo de veteranos que ni la edad ni los sufrimientos han podido doblegar. Para recordarles, para comprender su tragedia y evitar que se olviden estábamos allí con ellos, mas de 300 personas, con nuestras banderas, la republicana, la ikurriña, la senyera, la bandera de la monarquía no estaba, es la misma que cubrió los crímenes de la dictadura.


Se cantó, los pastores de los valles les acompañaron con sus asombrosos trajes, cubiertos de pieles de oveja y con enormes cencerros a la espalda. Delante de los homenajeados un danzari les dedicó un aurresku de honor que nos emocionó a todos. Después hablaron, nos contaron su historia, tuvieron palabras para recordar a los que no estaban ya con nosotros, los que no habían podido venir, sus edades iban de 90 a 96 años, pero su vitalidad era un ejemplo para todos. Algunos nos recomendaron. “No perdáis la dignidad, y no os dejéis avasallar por esta sociedad corrompida”, sus palabras las recordaremos siempre.


Había una andaluza, hija de uno de los que allí padecieron, había venido por segunda vez para buscar el recuerdo de su padre en las palabras de los que fueron sus compañeros, ella y su madre pasaron toda una vida sin saber de él, se les dijo que murió, sin decirles donde ni de qué, solo hace pocos años pudieron averiguar donde murió y las causas de su muerte, el no saber del paradero de los suyos era un castigo más de los franquistas a las familias de los republicanos.


Fermín Balencia canto la canción de Maravillas, muchos lloramos al escucharla, en ella cuenta como la joven de 14 años fue violada por los hombres azules, por los hombres obscuros y bendecidos por los hombres de negro. Abusaron de ella delante de su padre, destrozaron su cuerpo y los mataron a los dos.


Maravillas hija mía, hija de todos, tú te perdiste en la eternidad de la mano de tu padre, aquí quedó tu cuerpo torturado, en ti quisieron matar la juventud, ya ves, fracasaron, porque aquí están los jóvenes, los hijos, los nietos, los bisnietos de los que tanto sufrieron y mientras la juventud te recuerde estarás con nosotros.


El día que vivimos allí estuvo lleno de alegría, la de encontrarnos tan numerosos y la emoción de haber podido participar en estos actos, demos las gracias a los organizadores, al autobús de la memoria, que recorre los pueblos para que nada se olvide, a los que también nos acogieron, con tanta simpatía y generosidad.


Nuestro viaje continuó con la visita a Sartaguda para visitar el bosque de la memoria, allí en un terreno cedido por el ayuntamiento se alzan monumentos y esculturas, pera conmemorar los 3.000 fusilados de los valles. La historia es escalofriante, en esta región el levantamiento asesino no encontró resistencia, aun así se fusiló, se violó, se exterminó y se robaron los bienes de los republicanos. Hacía años que los fascistas navarros apoyados por la Iglesia se preparaban para acabar con la República, manejaban armas y se les mandaba a Italia apara aprender de la camada negra de Roma. El hecho de que los republicanos no derramaran una gota de sangre para oponerse a los asesinos no les impidió ejecutar lo que tenían planeado, la exterminación, el genocidio de todos los que eran republicanos, el simple hecho de haber votado al frente popular era motivo para acabar con familias enteras, debían matar y mataron.


En este lugar mágico se les recuerda, las esculturas representan el muro en el que fueron fusilados, los nombres de todos los que se han podido encontrar, habrá más, nos dijeron, la búsqueda continua. Al fondo una gran escultura representa una mujer que muere estrechando entre sus brazos a dos de sus compañeros fusilados. Nosotros allí con ellos sentíamos también la presencia de las víctimas, abrazándonos, consolándonos de su desaparición, y pidiéndonos que continuemos su lucha porque es también la nuestra, la de todos.


Los allí presentes, gracias a los cuales el monumento existe, nos contaron que van a las escuelas para enseñar a los niños la historia de su pueblo, la historia de sus valles, del porqué de la desaparición de tanta gente a la que no se puede ni siquiera nombrar. El tiempo ha pasado, mas de 30 años que murió el dictador, pero en algunas escuelas no les dejan entrar, la Historia debe quedar para siempre bajo una losa de silencio.


Durante el viaje de vuelta nos decíamos que la lucha no había terminado, debíamos continuar para no dejar pasar una ley de memoria destinada a borrar todo un pasado que incomoda a los descendientes de los asesinos fascistas a los que se nos impide hasta nombrar. Sigamos la lucha por la República, por la que lucharon sufrieron y murieron los que serán para siempre nuestros compañeros, solo la III podrá hacer justicia y reparación, vayamos a por ella.

Milagros Riera




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